Historia de la canción

Historia de la canción:

Erase una vez...
En el país imaginario de no me olvides.
Existían unas ratas grandes y gordas, que se hicieron a su fortuna,
con el sufrimiento de sus subyugados por el poder.
Ja ja ja, maldito poder. “Puedes tener dinero, pero sino tienes poder
no sirve de nada. En cambio si tienes poder, tendrás estúpidos y
ciegos, que aunque no tengas dinero, te seguirán.”

En esté país imaginario de no me olvides...

Habían unas familias muy corruptas, que habían financiado la guerra
con billetes de hojas de cuaderno, con las primeras imprentas de
mano, que habían en esa época (cuanto ingenió).
Mando esté a sus pendej@s seguidores, mientras él se escondía en
sus ajugeros. Esté vio crecer su fortuna, mientras los cieg@s finan-
ciaban su guerra; luchaban por él y morían por él.

Así ganó hectáreas de poder y de gente que con cualquier regalo les

compraban las conciencias. Pero de estás ratas gordas, no había
una; sino muchas familias que se disputaban el curul del poder. En
una supuesta democracia, que era gobernada sólo por ellos.
Todo aquel que opinará distinto, le daban unas charlas informativas
en privado. Dónde pagaban hasta el tiquete, hacia otro rumbo, pobres
inadaptados.
Que es más peligrosopara una sociedad:
“Que una persona que piense, por sí misma.”

Cada cuatro años se disputaban el curul y compraban los medios a

su antojo. Tal era esto, que las personas aún sabiendo lo que pasaba
les volvían a enredar la cabeza con cualquier enredo y volvían a
comer cuento, o peor aún haciendo silencio.

Una de estas ratas gordas quería más que los demás. Así que hizo

un negocillo, para estar otros cuatro años en el poder.
Vendió, financió, expropio, perdió extensiones de tierra y compró a
unos pocos; que por ver a su familia bien, con casa, educación,
universidad. Los demás valían un huevo.

Después de muchos años subió otro, que no se acomodaba a los

intereses de está rata. Que aún habiendo terminado, su largo periodo
autoproclamado no dejaba de joder. Y se encolerizaba, porque no
seguía sus instrucciones. Por más que quisieron no lo pudieron
bajar del poder. Porque la gente vio que gobernó un poco mejor y
no había ninguna tramoyada para hacerlo caer.

Pero su periodo término, y l@s que tienen los medios y el poder a su

favor, manejan al pueblo.
En unas sospechosas apariciones repentinas de un personaje que
nadie conocía, llegó el sucesor de esté. Que se autoproclamó ocho
años. Esté no podía volver al poder por la supuesta democracia
que imperaba, en esté reino. Y además las otras familias tenían que
comer de vez en cuándo. Una rica comida de pueblo con mucha
mermelada, si es bien sabido que en esté reino, era lo más rico y lo
más fácil de conseguir.

Algo es verdad, si los medios tanto inventan, es que tenían miedo

de verdad. Al no poder ayudar, a sus amigos en Holaunda y Canauda.
Muchos vieron subir al poder a esté títere, que sin criterio personal
decía a voz en cuello, que él no podía tomar la última decisión y si
el quería cambiar algo en esté reino, tenía que untar con mermelada
a los poderes y mafias detrás del pueblo que no quieren que esté
surga. Esté empezó a destruir y quitar, todo lo que su antecesor
poco o mucho habían logrado. Quitar fondos de aquí y allá, para la
educación y programas de formación, subir impuestos a la comida y
el transporte. Regalaron su voto, por un país, sin desigualdad social.
Un anónimo de ese reino mando esté poema. El cuál, llego a mis
manos y se los comparto:

En el reino de no me olvides - De Rafa Pombito

Érase un viejecito
sin nadita que coger
sino todo el presupuesto
de un país en su poder.

Robaba en Agroingresar,

Saludcup y Refilcar,
Finquelpuertos, Zonas Franchas
Interbolsas y muchas más.

Y este viejo no tenía

ni un ranchito en qué vivir
sino un Ubérrimo enorme
donde fundó las Coonvivir

Nadie, nadie lo cuidaba

sino paras hasta mil
y un ejército de escoltas
pagados por su país.

No tuvo en autodefensores

más que tropa militar,
un ejército de paracs,
los del Golfillo y Urrabá.

A metralla y motosierra

a muchos puso fin,
habitantes de El Saladon,
La Cejan, El Aron y El Jardíne

Y ni hablar de sus zapatos,

pobres crocs el infeliz,
de humildad hacía alarde
tan cínico hasta morir.

Y a pesar de ser tan rata,

asesino y criminal,
votantes no le faltaron,
al cacique electoral.

Puso alcaldes, senadores,

y asesinos en el DIAS,
mientras él les recitaba:
“ Mijillos hay que acabar con las JARC”.

Después de Santis y Zuluagis

un nuevo títere inventó,
que en encuestas sospechosas,
de primero apareció.

Millones de no me olvides...

sin criterio personal,
reconocen que su voto,
es por este criminal.

No importa si es delincuente,

si es corrupto o timador,
ellos votan muy felices,
“pu’el que diga mi dotor”.

Tranquilos amig@s, todo lo que está aquí expuesto, sólo es invención

de mi imaginación. El reino de no me olvides... no existe. Por si se
llegaron a asustar, tranquil@s, esto no es con ustedes.